Rosa López, la voz que aprendió a escucharse a sí misma

|

Fofa

Rosa no necesitaba demostrar nada.

Desde que la vimos por primera vez en Operación Triunfo, sabíamos que su voz era única.

Que era luz. Pura emoción.

Pero incluso con ese talento, había algo que no la dejaba disfrutar del todo.

Lo veías en sus ojos. En cómo se disculpaba por existir. En cómo bajaba la mirada cuando alguien hablaba de su cuerpo.

Porque sí, Rosa tenía sobrepeso.

Y en televisión, eso pesa el doble.

Los focos, las críticas, los titulares.

Como si cantar bien no fuera suficiente.

Como si tuviera que cambiar su cuerpo para merecer todo lo demás.

Durante años, Rosa luchó en silencio.

Con dietas. Con inseguridades. Con esa sensación de no estar “a la altura”.

Y aunque nunca dejó de cantar, su mayor batalla era consigo misma.

Pero algo cambió.

Poco a poco.

Sin circo. Sin escándalo.

Rosa empezó a tomar el control.

No lo hizo por la fama.

No por encajar en un molde.

Lo hizo por salud. Por autoestima. Por amor propio.

Empezó a moverse más. A comer mejor. A escuchar su cuerpo.

A entender que no tenía que ser perfecta, solo ella.

Perdió más de 40 kilos.

Pero eso fue lo de menos.

Lo importante es lo que ganó:

Seguridad. Energía. Presencia.

Y, sobre todo, la capacidad de mirarse al espejo sin pedir perdón.

Hoy, Rosa brilla como nunca.

Con sus curvas. Con su fuerza. Con su historia.

Ya no es solo “la ganadora de OT”.

Es una mujer que aprendió a quererse.

A valorarse.

A entrenar su cuerpo sin castigar su alma.

Su historia no es solo sobre perder peso.

Es sobre recuperar poder.

Sobre mirarse de frente y decir: “yo también merezco estar bien”.

Y eso, joder, es lo que más inspira.

A mí, personalmente, Rosa me hizo entender que no hay que esperar a estar bien para empezar. Que no hace falta tenerlo todo claro, ni tener motivación todos los días. Me enseñó que el cuerpo cambia… pero lo que realmente transforma es aprender a tratarte con respeto, incluso en los días en los que no te reconoces. Que puedes empezar desde el dolor y aún así llegar a la paz.

Porque aquí, en fofas.org, no se trata de cuerpos perfectos.

Se trata de mujeres reales.

Que un día se cansan de esperar.

Y deciden, como Rosa, dar el primer paso.

Aunque tiemble la voz.

Aunque tiemblen las piernas.

🖤

Autor